Así titula padre Alfonso el último correo que he recibido de él, y mejores no pueden ser. Me comunica que este año va a conseguir que entren en la Universidad nada menos que ¡ sesenta de nuestras adolescentes becarias¡ de una tacada. Me explica las características de estas niñas y se detiene con especial énfasis en una de ellas, Narimón, que procede de un lugar remoto, Laos, situado a más mil kilómetros de Bangkok y que según su expresión textual era “pobre como una rata”. Gracias a “Somos Uno” y a ustedes, ha logrado salir de esa pobreza y conseguido estudiar el bachiller elemental y el superior. ¡Y acaba de ser admitida en la Universidad de Chulalogkor para estudiar la carrera de Odontología¡ Según padre Alfonso se lo merece, pues ha luchado con enorme esfuerzo para conseguirlo. Sus méritos hacen que sea becada por la propia Universidad y hasta le dan “poket money” dinero para el bolsillo. Nosotros le hemos dado una última subvención de 15.000 baths y partir de ahora ya puede volar por su cuenta. Me explica padre Alfonso que la carrera de Odontología, es de las más apreciadas y más largas, cinco años y uno de internado, pero no duda que Narimón la cursará con gran aprovechamiento y será una gran dentista.
Narimón es un caso, pero nuestras dos mil niñas tienen características parecidas.
Cuando recibo estas noticias de padre Alfonso se las comunico a mis hijos, todos consejeros de “Somos Uno”, y me ha hecho gracia que una de mis hijas, me haya dicho que se ha emocionado mucho, y me da las gracias por hacer un mundo mejor. Y algo de verdad dice pues con padre Alfonso a la cabeza, y con la ayuda que ustedes nos prestan entre todos estamos haciendo un mundo un poco mejor.